El propietario suele ser el primero en notar problemas de piel en sus animales, como picazón, enrojecimiento, caspa, rascado y frotamiento constantes, calor, pérdida de pelo y piel dura. Estos son síntomas típicos de diversas enfermedades de la piel. La causa puede ser un parásito, alergia, irritante externo, trauma o infección. Las infecciones pueden ser causadas por distintos microbios como moho, hongos, bacterias o virus. Un término científico general para todas estas condiciones es dermatitis.

Un veterinario es la mejor persona para analizar a fondo la situación clínica y determinar el tratamiento adecuado.

Las autoridades de bienestar animal establecen por ley que es deber y responsabilidad del propietario cuidar a los animales bajo su cuidado. Si las enfermedades no pueden tratarse adecuadamente, la decisión más compasiva a veces puede ser sacrificar al animal.

Vale la pena señalar que los mecanismos de enfermedad detrás de estos problemas comunes de piel en gatos, perros, caballos y humanos son similares, al igual que la estructura de su piel. Por lo tanto, el tratamiento de estas enfermedades cutáneas es en gran medida idéntico. Una buena regla general es que no debes aplicar en la piel de los animales nada que no estarías dispuesto a usar en tu propia piel.